En medio del suelo de la sala se encontraba ella atrapada entre capas de finas sedas purpuras. Por sus labios se encarnaba un sollozo suave y sutil, mientras su respiración agitada decía a gritos que pronto se rompería i se demarraría en pocos segundos. Entre sus desnudas manos sujetaba algo, que yo, como espectador, no alcanzo a ver. Su diminuto cuerpo se intuye a través de la transparencia del vestido. Los ángeles dorados que reposan en las columnas la observan tristes, intentando consolarla, pero su inmovilidad no les permite hacerlo. Los espejos de la sala reflejan su deteriorado aspecto y el de la magnifica estancia barroca que la acompaña. Los sollozos son interrumpidos por breves palabras de ella, y todos los objetos se conmueven.
-Cuando… Cuando repose… bajo… la tierra…- Intenta susurrar la chica desde su llegada- Cuando… lo este…-
Pero sus lamentaciones se transforman en gritos ahogados. En sollozos desesperados. Se aferra aún más en el objeto que sujetaba entre la mano y su corazón y se lo aproxima hacía sus labios para declararle un leve beso al reloj de cuerda que sostiene.
-Cuando lo este… Recuérdame… Recuérdame… Recuérdame…- y por sus pálidas mejillas dos perlas le reseguían el rostro hasta caer en el numero trece del reloj.- Recuérdame… Recuérdame…
De sus garganta brotó un sonido gutural y su cara empezó a deformarse hacía una suave mueca mientras rompía a llorar.
-Recuérdame… Pero… Olvida…-Temblaba e intentaba rehuir recuerdos de tiempos más felices.- Olvídalos… Olvida mis… mis…- El mármol empezó a resquebrajarse y los espejos a romperse. Los ángeles también estaban sido demolidos por los sollozos de la pobre muchacha, y a cada pieza rota les empezaba a manar sangre dorada, aunque en su semblante no aparecía dolor. El techo también se rompió y grandes trozos caían alrededor de ella, pero no parecía querer darse cuenta. Solo aferraba desesperadamente el reloj entre sus finos dedos mientras la casa de su amado se derrumbaba a su alrededor.
-Recuérdame, pero olvida…-Ya solo sollozaba muy flojo para sus adentros, mientras Morfeo la sujetaba entre sus brazos-. Olvida… Mis…- Ya se apagaba su ira y se sumía en el más profundo de los sueños.- Errores…-Dijo un segundo antes de quedar enterrada bajo un trozo del techo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario